Hace tiempo que no tengo tiempo (valga la redundancia) para dedicarme al blog de mi familia. Desde entonces han cambiado muchas cosas en ella. Llevamos unos siete meses metidos en un tratamiento biomédico para ayudar a superar las dificultades funcionales de mi hija. Mi hijo no se lleva bien con la noche, no quiere que llegue. Hemos vuelto de las vacaciones y estamos intentando volver a ubicarnos en la rutina del día a día. A mí no me viene bien parar de trabajar, no es que no tenga cosas que hacer pero mi mente se ha acostumbrado al estrés diario y eso no es bueno. Este parón tengo que saber encajarlo y eso mismo intento hacer ahora mismo.
Entradas